Nunca pensé que llegaría el momento de despedirme…
Lo veía imposible, el día que nunca llegaría. Lloré y recé porque no llegara. Pero aquí estamos: el día llegó y me desprendo de ti para siempre.
Se que te tengo que dejar ir y me da pena hacerlo. Me da cierta tristeza pero no lo suficiente como para morir de amor.
Mi mundo cambió y tú ya no eres su eje. He intentado todo para ganarte, para merecerte, para conquistarte pero hay ciertas cosas que no están en mi poder y el hecho de que te enamores de mí no es una de ellas. Me cuesta, por supuesto. Pero hay que saber cuando renunciar, dicen las abuelas y las madres y estoy renunciando a ti.
¿Sabes? Siempre te imaginé como una especie de ave: libre que vuela de mano en mano. Quise encerrarte en una de mis jaulas pero no pude atraparte, sólo te permitías posarte en mi mano. Pero no era suficiente para mí: quería encerrar tu belleza para apreciarla y guardarla sólo para mí. Pero te negabas a entrar en ella. Entonces, sacudí mi mano y te dejé volar. Para siempre.
Me alejé de tus territorios para encontrar los míos propios, para olvidarte pero aún así me invades y estoy cansada de eso. ¿Cómo podría desprenderme totalmente de ti, si te apareces sin más?
De ahora en más seremos conocidos -mi más grande temor- y cerraré mis ojos por un momento, cuando revolotees por mi ventana, avecilla.
Nadie te odia ni te ama tanto como yo, pero eso es algo que no necesitas saber… Ya no.
Es hora de que camine por mi misma y que deje de pensar en ti como en la llave de mi felicidad. Es hora de desprenderme de las antiguas ataduras. No te considero un parásito, pero la imagen de desprender una pulga de mi gata siamesa me viene a la mente. Te aferraste fuertemente a mi corazón y ahora estoy debilitándote y arrancándote de él.
Me da pena despedirme pero es un pequeño malestar que estoy dispuesta a soportar.
Por eso ahora, no me verás y si me ves no te hablaré, no volverás a ser lo que eras para mí. Nunca más.
Por eso te digo un “hasta luego” o un “adiós”…
1 comentario:
Creo saber para quién es ese pequeño escrito y me pregunto: ¿¿Qué pasó?? ¿Tanto cambiaron las cosas mientras desaparecí?
Espero que esto te ayude a crecer y que jamás te arrepientas de tus palabras y de tus sentimientos.
Un beso enorme Iris!!!
Nay =)
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