jueves, 31 de julio de 2008

Transparente

Dejando a un lado los trastornos mentales y obvios mencionados en entradas anteriores, yo, con mi característica principal como persona de ser "transparente" o "abierta", termine sin elección contándoles mis problemas a mis papás. Eso en parte esta bien por que estaban preocupándose por mi ya que me veían "triste" y era por que mis secretos ya comenzaban a pesarme, pero por otro lado me pareció mal confesarles esos secretos, ya que no eran simples y "ligeros" como que rompí algo o robe caramelos, nada de eso, era mucho más consistentes y pesados que abarcaban temas con respecto a la vida y sus propósitos y a la posibilidad de quitármela. Si, estoy un poco rayada, pero, según dicen, es típico de la adolescencia. Por lo que mis papás recurrieron a lo que seguramente será mi futura salvación, por decirlo de alguna forma: psicólogo. (No es que un doctor especializado en la psiquis me iba a cambiar la vida, solo que, quizás me ayude a verla desde otro punto de vista en el que no quiera suicidarme) Antiguamente mi mamá estaba en contra a toda costa de que yo tuviera un psicólogo, ya que ella se decía "autosuficiente" y concebía las esperanzas de que sus hijas salieran igual en ese punto, pero no fue así, por lo menos yo no heredé eso. Ellos hicieron todos los preparativos, arreglaron con una mujer que le habían recomendado a mi papá tuvieron la entrevista y todo.
Cuando la conocí ayer, las palabras "transparente" y "abierta" se me pegaron en el cerebro como defectos (no tenia porque pero simplemente me pareció que soy tan vulnerable como para contarle de mis secretos más íntimos a incluso al portero de mi casa). El año pasado había comenzado terapia con una mujer que me resultó incompetente, la charla era monótona, parecía como si hubiéramos hecho un acuerdo: yo hablaba y ella escribía. Pero no me ayudó en lo más mínimo. En cambio, la mujer que conocí ayer era conversadora, agradable, amigable y aunque escribía lo que yo decía, como ya había dicho, se daba tiempo para que me haga preguntas, etc.
Con la psicóloga anterior me tomó cuatro sesiones quizás, en rozar el tema del suicidio, mientras que con esta, y bien comenzamos a hablar ya estábamos hablando de las veces que me había cortado y en dónde.
"Transparente"...

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