martes, 4 de noviembre de 2008

Esos tontos años...

Parte 7

Fue una revelación insólita. De repente, todas mis penas y dolores habían desaparecido. Tenía a un nuevo dios con una nueva religión que iba a venerar por otro largo período.

Cuando salíamos, lo miraba con otros ojos, quizás con un afecto que parecía, a los ojos de los demás, sobrepasado o demasiado grande como para pretender una simple amistad. Ya comenzaba a ser sospechoso. Sospechoso para todos pero no para él… De alguna forma el recibía todo mi sobrecargado afecto sin inmutarse. Me trataba con normalidad, pero cuando mi hambre de querer tocarlo era un dolor punzante y me llevaba a hacerlo, él, respondía a mis caricias con normalidad, casi con placer. Eso me dio esperanzas y eso no era del todo bueno. Es que, tengo una necesidad: siempre, antes que nada, quiero dejar en claro mis sentimientos hacia alguien, quiero que lo sepa, para hacerle ver que siempre estaré esperando. Por eso, la necesidad de confesarle mis sentimientos a este individuo se sentía como un tema insistente en mi mente, importante, vital para seguir. No podía soportar su ignorancia con respecto a mis sentimientos y el hecho de que el parecía corresponderme lo hacía más difícil y me predisponía más a decirlo. No era la primera vez que me confesaba pero tenía que probar… Tenía que intentarlo…

Pero cuando salíamos nada más importaba en el mundo. Tenerlo cerca era mi salvación. Su piel suave era la cura para todos mis males y sus ojos eran el incentivo necesario para poder confesármele.

Incluso cuando no estábamos juntos usábamos el Messenger para hablar. No hubiera podido ser de otra forma, porque no podía separarme de él. Obviamente lo idealice y lo puse en un pedestal. Antes, lo veía como una persona con quien hacer bromas y reír, pero luego, además de eso, vi con aumento sus facciones, observé cada detalle de su ser e imaginé su alma. Noté cada gesto y analice cada movimiento que hacía. Mi vida adquirió un nuevo significado y un propósito: amarlo. Amarlo todo el tiempo que pueda y lo más que pueda. Venerarlo hasta que no haya otra cosa en la vida que pueda hacer. Pues era mi única función. Dentro de mí, sentía que había nacido sólo para amarlo y venerarlo.

Como había mencionado, quería confesar mis sentimientos, TENIA que hacerlo, se convirtió en una necesidad que me iba cubriendo y acechando cada vez más frecuentemente pero tenía miedo… Yo sabía lo que iba a pasar si mis expectativas eran erróneas: mis esperanzas se desplomarían, caería en una depresión, desesperación y dolor que ya conocía y que sabía muy bien que acabarían conmigo pero por sobretodos las cosas, lo más doloroso sería perder su amistad. ¿Valdría la pena mostrarle mis sentimientos verdaderos si después, si eran rechazados, no me quedaría ni siquiera con una amistad? No sabía muy bien la respuesta, pero esa opresión a mis sentimientos era insoportable y tenía que hacer algo al respecto…

Una noche, estaba chateando con él. Hablábamos de trivialidades, como siempre. No puedo recordar a qué vino a conversación seria de esa noche pero me dijo algo que me dejo helada en la silla. Dijo que me quería, pero en el primer año. Inmediatamente le lancé millones de preguntas porque quizás, sólo quizás, a lo mejor seguía queriéndome, hubo mucha tensión en esa conversación y me respondió con un simple “no se” cuando le pregunté si me seguía queriendo. Esa era mi oportunidad, así que le dije “porque yo si gusto de vos”…    



Inocente, conciso, claro...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta, me gusta mucho.Aunque es triste, pero me parece muy interesante como historia.


Besitos Iris :B

Anónimo dijo...

Me dejas helada.

Estaré pendiente de cómo sigue.
^^

Nay Tiyi dijo...

A quien no le ha pasado eso?
Creo que yo soy la reina de las idelizaciones y los palos por msn. Me manejé así en varias ocasiones y no terminaron muy bien.
Igual admito que el personaje es más enamoradizo que yo. Me hace acrodar a Romeo y su traslado entre Rosalinda y Julieta.

Espero saber que le contesta él.

Espero que todo ande bien Irir y que estes sobreviviendo las altas tempraturas. Para mi es un problema. Acabo de vovler de gimnasia y estoy hecha polvo.

Un beso enorme!!

Nay