lunes, 16 de febrero de 2009

Premios


Bueno bueno, estamos en la época de los premios, parece y que alegría la mía que Nay pensó en mi blog a la hora de premiar y no solo con un sino con DOS, muchisimas gracias Nay (esta lloviendo wiii!) ^_^



Vamos a proceder...

Según el Premio al Blog Amigable ...
1. Colgar en el blog la imagen del premio y decir quien te lo entregó.
2. Contar 3 cosas que nunca hayas hecho pero te gustaría hacer.
- Casarme
- Comprarme Los Sims 3... na mentira xD... Conocer Tokyo, Londres y Paris
- Viajar en auto por millones de paisajes y lugares y sin saber a donde ir
3. Contar 3 cosas que nunca hayas hecho y que JAMÁS harías. (tardé en constestar esta jaja xD)
- Caída libre xD
- Divorciarme
- Tatuarme
4. Entregar el premio a 6 blogs/webs y avisarles...

Voy a seguir la práctica modalidad de Nay y poner un * a los blog que reciben ambos premios (los que no lo tengan reciben el 2do solo)
Premio "Olha que blog maneiro" (si, concuerdo en que es un nombre raro xD)

1-Exibir la imagen del premio"Olha que blog Maneiro"



3-Indicar 11 blogs preferidos, avisarles.
Entonces... Vamos al grano:

1)* Calambres en el Alma, el blog de Nay, porque tenemos muchisimas cosas en comun (amamos a James McAvoy, Garret Hedlund, Lestat, etc, etc) y por su maravillosa historia, que me encanta y que me encanta leer =D

2) roman à l'eau de rose es otro de los blogs que elijo, qeu tiene un surtido de historias románticas completísimo. Esos libros que sacan a la superficie mis emociones y me hacen deprender lagrimones xD jjaja.

3)* El portal del anime es otro blog que adoro! Gracias a el, reviví mi infancia mirando los episodios de Sailor Moon un millon de series que me encantan =D

4)* Gobelffly, el de Kaho, es un blog que me gusta leer, con sus reflexiones y sus historias sabe como entretenerme y mantenerme pensando en sus escritos.

5)* Cielo Tormentoso. Aprecio muchisimo sus escritos y sus comentarios que me alientan y que me inspiran. Fue una de las primeras en firmar mi blog y sigue haciéndolo religiosamente. Muchas gracias por todo =D

6)* Angel, Fenix o Vampiro? me fascina. Su historia es muy entretenida y la autora es excelente a la hora de conversar y de alentar a uno a seguir adelante. (El ultimo post de los perfumes me encanto!, muy útil)

7)* Las chicas de Twillight Angels merecen los premios ya que sus comentarios son geniales, cno respecto a Crepúsculo, críticas de la película, etc. Sus posts son muy entretenidos a la hora de leerlos.

8) El blog Dolce Inferno, es un blog muy interesante y completo que tambien me gusta mucho. No conozco muy bien a la autoro pero recomiendo leerlo =)
9) Realismo y Algo Más, es un blog que me encanta leer, aunque ultimamente no esta activo. Su historia me tiene atrapada... Y ESPERO QUE LA SIGAS JAJA =)

10) Vida y hechos del famoso LeÓn Enjaulado es un blog interesantisimo que trata sobre diferentes temas culturales, etc. Tiene temas para todos. Lo recomiendo.

11) Y por último, pero no menos importante -como suelen decir en las peliculas- el bebe de Las anécdotas más absurdas de la Historia del Rock, del que se puede aprender sobre los rockeros y sobre sus macanas y matarte de risa.


Bueno, eso es todo.
Agradezco a los que se toman el tiempo de leer mis historias y me alegra enormemente que sean entretenidas para ellos.
Hacen más llevaero de lo que es, el arte de escribir =)
Besos
Iris





martes, 10 de febrero de 2009

Esos tontos años...

Parte 10


Bueno, había dicho que lo bueno dura poco, seguro más de uno estará de acuerdo conmigo…
Mi personalidad es cambiante: un día estoy dispuesta a que me arrolle un camión y no llega el día siguiente que ya estoy pensando en un plan para reformar mi humor. Es un auténtico calidoscopio mental.
Pero agréguenle a ese calidoscopio una tonelada de emociones nuevas y promesas de experiencias maravillosas en el futuro y ¡voilà!: demencia, euforia, miedo, felicidad y una gran incertidumbre por no saber qué hacer a continuación.
Se licuan todos esos ingredientes y el resultado –por haber ganado el miedo- fue: tristeza total. Desesperación. Dolor. Malestar. Padecimiento.
Eso me pasó a mí. No supe como reaccionar ante una persona que dijo quererme, tenía terror de fallar en algo por querer que sea perfecto. La timidez superó mi valor y dejé que ese afecto se enfriara hasta no existir.
Un día escolar, común y sin nada especial más que la rutina constante, decidí que haría las cosas bien. Que no vacilaría más y que le entregaría mi corazón por completo a esa persona, abandonando de a poco mis miedos. Me acerqué a él en el primer recreo y lo abracé con el calor renovado. Era la forma en la que nos tratábamos mutuamente: abrazos, chistes… Pero algo andaba mal. Terriblemente mal. Se congeló, sentía como si abrazara a una piedra. El no era así, solía abrazarme, apretarme muy fuerte y por mucho tiempo. Ninguno de los dos quería desprenderse del otro, era como si quisiéramos fusionarnos pero esa vez no fue así. Lo saludé pero el se mostró huraño y frío. Yo también me congelé. Me invadió la vergüenza y supongo que estaba tan roja como un Ferrari, pero no era eso lo que me había llamado la atención. Teníamos compañía… Vi a una chica que no había visto antes, sujetando su brazo, muy, muy pegada a él. Y ahí comprendí todo… Todo. Se me desprendió el alma del cuerpo, porque ésta podía huir. Mi garganta se secó y unas malditas lágrimas amenazaban con salir. Pero no podía permitirme hacer una escena en medio del patio del colegio y menos frente a él… y a ella así que me despedí rápido y me fui al baño. Estaría de más decir lo que hice en el baño pero lo voy a decir igualmente, estoy haciendo catarsis. Me senté en el piso y comencé a llorar. Todavía me duele recordarlo… Había predicho que eso sucedería pero de todas maneras lo hice, nunca me importó el dolor pero lo padecí, después de todo. Me dije que esa vez sería diferente pero no fue así, es más: era mucho peor que la vez anterior, terriblemente peor porque en esta ocasión mi cariño era correspondido –por poco que hubiera durado ese afecto-. Sentía como si se me desgarrara el pecho, sentía las lágrimas calientes resbalar por mis mejillas y luego por la mandíbula y cuello. Mi boca amenazaba con gritar pero me contuve, la respiración comenzó a ser dificultosa y la clásica sangre por la nariz salía sin parar por el esfuerzo, un rasgo muy morboso… Dolor, estaba tan familiarizada con esa palabra. No podía creer que me volviera a pasar, no podía comprender como había dejado que eso pasara nuevamente, cuando creía que no iba a ser así. Parecía como si el dolor hubiera elegido casas en los cuerpos y que el mío estaba en su lista. Era su amiga y comprendí que conviviría con él por un largo tiempo. No paraba de preguntarme en silencio “¿qué hice mal?” “¿qué le molestó de mi?” “¿Qué tengo que cambiar?” “¡¿Qué hice?!”. Después, como si fuera una película, mi mente evocó todos los momentos maravillosos que viví con él, esos que guardaría en mi corazón para siempre: cada abrazo, cada palabra, cada atisbo, todo. Lo cual no ayudó mucho. Lloré el doble… EN el reflejo del espejo me vi con los ojos hinchados y rojos y con una lindísima mancha roja en mi uniforme. No quería que nadie me viera así, se me lanzarían como animales para preguntarme que me pasaba. Curiosidad o preocupación, no me verían así. Por suerte, me pude escabullir por el patio hasta llegar a las escaleras e ir a mi aula. Gracias a Dios que pude tapar la sangre, pero no podía tapar la pesadilla en la que se había convertido ese día. Cuando llegué a mi casa, lloré un poco, para variar… Y me refugié en mi cuarto y en la almohada. Dormí todo el día y me saltee la cena, tenía tanto apetito como ganas de reír.
El mal de amores estaba a la orden del día…

jueves, 5 de febrero de 2009

Mujeres de Arena

Parte 4


15 de Abril de 1823

-Londres-


Era una noche lluviosa y horrible en Londres, como siempre lo habían sido, pensó Evelina Merton Berry de 18 años de edad, saliendo de una taberna, algo alcoholizada. Había estado celebrando con sus socios y con su padre adoptivo y jefe, Richard Berry, el asalto exitoso de un banco. Habían robado muchísimo dinero Unas bolsas más para el tesoro de su padre. Recordaba el día en el que Richard Berry había “caído del cielo” proponiéndole ser su aprendíz, convertirla en profecional y prometiendole también, una gran fortuna por ser su heredera. Desde entonces, vivía una ventura tras otra; y se llenaba de lujos: tenía los mejores vestidos -aunque ella prefería los pantalones- las mejores joyas, perros de raza, caballos y todo lo que podía desear.

Tambíen había entablado una excelente amistad con su padre. Richard era un buen hombre: le enseñaba con dedicación y paciencia y terminaban carcajeándose como grandes camaradas en las noches de fiestas como esa. Ella era su mano derecha y la única persona con la que podía contar. Le debía mucho a ese hombre, pero tenía una forma muy efectiva de agradecerle su generosidad: era eficiente, astuta y rápida en sus crímenes. Era, practicamente, la mejor criminal de Londres... ¡Y con sólo 18 años!. Ese hecho le había aumentado el ego y los triunfos acumulados en esos dos años de artimañas la moldearón haciéndola extrovertida, liberal, de inteligencia agudísima y de un humor excelente.

Recordaba con ese mismo humor la niña pequeña y asustadiza que fue una vez, ántes de su “golpe de suerte”, como a ella le gustaba llamarle a la aparición de Richard. Cuando el la encontró, o más bien, cuando ELLA lo encontró a el, quería llevarla a conocer la “casita”, como la llamaba su padre con toda la falsa modestia con la que se puede llamar a una mansión enorme ubicada en el barrio de Camden Town, ella se resistió a ir porque primero tenía que recoger las pocas pertenencias que le quedaban, ocultas bajo el Puente de Londres: un pequeño retrato pintado a mano de su madre, Adalia Merton, un pañuelo de seda bordado que también le había pertenecido a ella y la muñeca que le regaló, en el día de su cumpleaños, hace trece años de ese mismo día.

La forma en que ese hombre tomó tan brutalmente a su madre y cuando clavó un puñal en su pecho se le gravarón en la mente con fuego. Núnca logró olvidar esas escenas que de vez en cuando la perseguían en algunas madrugadas en forma de pesadillas. Y lo peor era que las recordaba con tal precisión como si hubiera pasado el día anterior a ese. Su casa y el cuerpo de Adalia se habían quemado por los estallidos y el caos del fuego que arrasó hasta el último ladrillo. Afortunadamente, Evelina consiguiño salvar esos tres objetos y los había cuidado como los tesoros que eran para ella. La muñeca estaba intacta, seguía intacta en su habitación, guardada con mucho cuidado en un baúl. Núnca había jugado con ella, porque no había tenido la oportunidad: había tenido que obtener comida como sea para sobrevivir.

A pesar de el aspecto oscuro de sus pensamientos se sentía feliz y animada por el ron y la cerveza. Richard y sus socios se habían ido a “finalizar la celebración” a un prostíbulo pero ella no tenía la intención de pasar la noche con un bello hombre andrógino. Sólo quería acostarse en su gran cama y dormir entre almohadas rellenas de plumas de ganso y enrollarse con sábanas de terciopelo y seda.

Estaba por subir a su coche, cuando divisó bajo una carreta de verduras unos ojos dorados abiertos como dos lunas llenas, que la observaban.

Espérame un momento, Phillip” le dijo Evelina a su cochero el cual aceptó gruñiendo e insultando a la lluvia.

Se acercó a los ojos enormes y se agachó para contemplarlos mejor. Descubrió que era una muchacha muy delgada y de cabello castaño y a la altura de los hombros, inusual en las niñas...

¿Hola?” saludo Evelina son saber si era muda o algo por el estilo.

No contestó.

¿Tienes hambre?” preguntó ella.

La chica se asomó, saliendo de la oscuridad de su escondite y movió la cabeza lentamente en señal de afirmación.

Bueno... Espérame aquí” dijo Ivy.

La muchacha la vió entrar en una taberna y la vió volver con pan, queso y un vase de vino. Evelina la ayudaba porque comprendía perfectamente lo que era el hambre: estar días sin comer, observando las vidrieras de las panaderías y carnicerías y añorando los días en los que su madre le preparaba platos que, según ella, eran austeros pero que en esos momentos pensaba que eran festines dignos de los reyes.

La muchacha devoró febrilmente la comida y tragó deun sorbo el dulce vino.

Gracias...” susurró.

¡Oh, hablas!, pensaba que eras muda...” se sorprendió Ivy.

No, señorita. No lo soy. Muchísimas gracias por la comida y el vino” dijo la niña entrelazando sus dedos frios.

¿Cómo te llamas?” preguntó Ivy.

Mi padre... me llamaba Penny. Y me apellido... Trent”

¿Quieres comer más, Penny Trent? Apuesto a que no estás sacieada ni por asomo.” dijo Evelina abriendo al máximo sus ojos a tal punto que parecía una desquiciada que escapó de un hospital.

No tiene porque alimentarme, señorita, aunque agradezco su generosidad”

Evelina... Me llamo Evelina Merton Berry e insisto. En la mansión de mi padre hay una cocina monumental y una excelente cocinera. ¿Qué te parece?” dijo Evelina guiñandole el ojo de forma amistosa.

Pero señorita Merton Berry, ¿qué pensaría su padre al ver a una andrajosa mujer en su casa, en su cocina? ¡Me hecharía a los perros!” dijo Penny alarmada.

¿Cuantos años tienes?” dijo Ivy ignorando la excusa de la muchacha.

Dieciocho años, señorita Merton Berry.”

¡Como yo! Mira Penny: lamento decirte que no eres mujer aún, sino “muchacha”” dijo Evelina pensando que el cuerpo de Penny era seis años menos que su edad. “Además, mis perros no matan ni siquiera a las ratas ¿Qué te hace pensar que te matarán a tí? Y mi padre confía en mí y en todo lo que haga...”

Pero...”

¡Pero nada, Penny! ¡ Sentiré que me insultas si no vienes!”

De acuerdo, pero... luego me iré...”

Como quieras. Ven, subamos al carruaje que Phillip se está impacientando.” dijo Ivy pensando que no saldría jamás de la mansión. Necesitaba una socia y más que nada a una amiga. Se sentía sola a pesar del camaraderismo de Richard y este estaría segurísimo de adoptarla también y de tener una nueva aprendíz... Penny parecía ser una muchacha inteligente y era muy probable que no se resistiría a las propuestas de Richard que habían funcionado tan bien con ella misma...