domingo, 25 de enero de 2009

Mujeres de Arena

Parte 2

15 de Abril de 1810
-Londres-


“¡Feliz cumpleaños Ivy!” dijo Adalia Merton sosteniendo una muñeca de porcelana frente a su hija de cinco años.
“¡Mami! ¡Gracias! Es perfecta, es la más hermosa de todas las muñecas” dijo Evelina abrazando a su nueva muñeca y dando vueltas alrededor de su madre.
“Eso no es verdad. Tú eres la muñeca más hermosa” dijo su madre dándole un beso en la frente. “Deberíamos ponerle un nombre ¿no crees?”
“Si, si. Fátima. Me gusta Fátima”
“Muy bonito. Ahora: trae a Fátima a la mesa para almorzar. Como hoy es tu cumpleaños y hay que celebrar, compré carne de cerdo”
“¡Que rico, gracias mami, te quiero! ¡Este es el mejor de todos los cumpleaños!”
“Me alegra mucho hija…” dijo Adalia.
No lamentó en lo absoluto gastar sus ahorros para comprarle la muñeca que su hija llevaba en brazos y haber conseguido la carne por otros medios no tan dignos… El carnicero le ofreció esa solución para pagarla y al ver la cara de felicidad de su hija, definitivamente no había nada que lamentar…
La felicidad y el clima risueño se detuvieron de golpe al escuchar un estruendo.
Adalia tomó a su hija detrás de ella y se asomó a la ventana. Un edificio frente a su casa estaba destruido por completo. Adalia agarró fuertemente a su hija de su brazo y la arrastró fuera de la casa, por la puerta trasera y la escondió en un cobertizo.
“Quédate aquí y por nada del mundo te muevas de aquí. Te amo, hija” dijo la madre abrazando a su hija que había comenzado a sollozar.
“Mami…”gimió y la mujer cerró la puerta del cobertizo. En el camino se encontró con un hombre con el uniforma de la armada. Aliviada, se dirigió a él.
“Señor, ¿qué ha ocurrido? Parece como si un cañonazo hubiera destruido la casa de enfrente ¿son piratas?” preguntó, pero el hombre no le contestaba. La miraba de arriba abajo, hasta que finalmente dijo: “Oh!, si, son piratas pero no se preocupe señorita, no dejaré que le hagan daño. Usted es muy hermosa, ¿sabía eso?” Se acercó un paso y esbozó una sonrisa maléfica. Cuando Adalia percibió el peligro ya era demasiado tarde. Intentó correr pero el soldado la atrapó por detrás, tomándola de la cintura y comenzó a desabrochar sus calzas mientras ella forcejeaba y gritaba pidiendo socorro, tratando de escapar pero sin éxito.
“¿Sabe? Es mejor que lo haga yo y no los piratas, ¿no le parece?”
Los gritos eran casi tan fuertes como los estruendos de las balas destruyendo la piedra de las casas.
“¡Por favor, déjeme ir!”
Pero no fueron suficientes para salvar a la pobre Adalia de ese momento. El hombre susurraba groserías y la manoseaba.
“Eres muy hermosa… Y yo que pensaba que mi esposa era bonita… Ni siquiera se compara contigo”
Finalmente, el cruel hombre la apuñaló. Adalia gritó y cayó al sucio suelo de la calle. El hombre rió y desapareció.
Evelina, que había salido del cobertizo al escuchar los alaridos desesperados de su madre, había presenciado todo…

3 comentarios:

Ann dijo...

WOW!!!

hermoso!

deberias escribir mas ... si si si si?

gracias

un beso

Ann

Nay Tiyi dijo...

Wow!

Toda una exclamación de sorpresa ante el giro inesperado de las cosas. Aunque es un giro muy humano, que permite la distinción de las facetas oscuras de las almas de los hombres. Un giro tan humano como la vida misma, capaz de destruir un hermoso momento con los deseos y la avaricia de los hombres.
La guerra, la disminución de los derechos humanos y la simple menospreciación a los valores.

(Estoy hecha toda una moralista ultimamente...)

Simplemente, me encanto! ^^

Negri!!! Me muero de calor =(
Que vamos a hacer con eso? Nos vamos a derretir. Estoy por la mitad de Brisingr. Lo empecé hoy xD
Tengo problemas de adicción.

Ah... TENES QUE LEER EL LECTOR!

Un beso enorme!! ^^

Anónimo dijo...

Ya te lo había dicho? Escribes hermoso! Marcas muy bien la realidad en este capítulo.

Me gusto mucho.