viernes, 10 de julio de 2009

Imborrable

Escribo esto, con lágrimas en los ojos, comprendiendo... Asimilando...

Comprendiendo que no puedo huir... No puedo convencerme de olvidar a alguien. Lo he intentado incontables veces, juro que si. Hay millones de escritos aquí que lo comprueban pero simplemente no puedo. No puedo hacerlo. No ahora...

Este amor no menguó un solo instante, sólo estaba escondido bajo la superficie de mi conciencia. Se escondió temporalmente en mi corazón, esperando para surgir con más fuerza que ántes.

Una vez escuché que reenamorasre es mágico y no mentían. En verdad: es mágico. Lo comprendí al ver sus ojos. ¿Por qué seguía mirándolo como si fuera la razón de mi existencia o luz en oscuridad? Y entendí que ese cálido sentimiento volvía a invadirme: ese deseo de verlo dormir y sonreir, esa necesidad acuciante de abrazarlo. Casi no pude reprimir las lágrimas frente a él.

Entendí que seguía queriéndolo, aún con más intensidad que antes, por más que mi cerebro se repitiera un millón de veces que ya no lo quería, tratando de reemplazar ese cariño por odio injustificado. Todo ese trabajo desperdiciado por un par de ojos...

Que dicha inconmensurable me invandió al encontrarme entre sus brazos, ese lugar al que tanto me gusta ir y al que casi nunca voy, que placer inmenso sentí al apoyar mi cabeza en su hombro, tanta fue esa alegría que no pude mantener mis ojos abiertos para ver el cielo aclarándose arriba nuestro, todas esas sensaciones en conjunto provocarón en mi un cosquilleo dolorosamente hermoso. Dolía tanto... Tanto que no llegaba suficiente aire a mis pulmones y toda la sangre que tenía había corrido hacia mis mejillas, así como el agua y la sal a mis ojos.

¿Cómo puede ser posible que alguien con tan poco pueda hacerme tan feliz?

En esos momentos me hice millones de promesas, que obviamente, no creo que cumpla en un futuro. Todas tenían que ver con amor incondicional aunque no correspondido, devosión, afecto interminable y fidelidad eterna. Me decía que nunca lo abandonaría, que lo protegería con mi vida, que lo amaría hasta la eternidad sin importar con que mujer esté. Me conformaría simplemente con que me mantenga a su lado como quisiera, sin importarme el dolor.

Todos dicen que el tiempo es el mejor doctor, pero aún no es el momento... No aún...  

1 comentario:

Nay Tiyi dijo...

Negri!... Que bajón que no hayas podido olvidarte de él. Es muy feo cuando sentís eso por un amigo, lo abrasas, bromeas, lo tocas y en realidad estás deseando con toda tu alma que él te quiera del mismo modo que vos.
No voy a mentirte, duele... pero llega un momento de la vida en la que una lo ve a él feliz con otra chica y se da cuenta milagrosamente que, más allá del amor, la felicidad de la otra persona es más importante. Y cuando eso pasa, es el momento justo que todavía no encontraste para seguir adlenate.´
Es el momento para llorar, para sufrir, para lamer tus propias heridad y seguir adlenate. El momento para enamorarse de alguien que te correpsonda y que peuda hacerte tan feliz como él es con aquella otra persona.

Y para que ese momento llegue, tiene que pasar mucha agua bajo el puente. Vas a ilusionarte, vas a reír, vas a llorar, vas a maldecir y prometerte miles de cosas...
Y todo eso que vas a sentir y que es ineludible, es lo que nos permite crecer. Todas esas ilusiones y dolores de adolescentes nos convierten en adultos con sentimientos y pensamientos propios.

No te lamentes por lo que stás viviendo, al contrario.
Animate a vivirlo al máximo. A sufrir, amar y soñar al máximo porque eso es lo que nos permite camianr hacia el ser que queremos ser.

Cualquier cosa que necesites, posteas y yo voy a estar acá.

Cuidate mucho y algún día vas a encontrar otros brazos, o los de él mismo dentro de unos años, que te van a hacer más feliz que nunca y que vas a saber que sonn tuyos.
Lo digo por experiencia =)

Te quiero. Besos grandes. Nay