lunes, 14 de diciembre de 2009

Eros y Psique

El atardecer… Que bello era… Que hermoso paisaje se extendía ante los ojos de Psique, quien, sentada en las baldosas del exterior del gran palacio de Eros, contemplaba absorta.
Apolo y el sol se escondían entre las colinas verdes, mientras dejaban a su paso franjas amarillas, naranjas y rojas, mientras el resto del cielo se teñía de violetas, y azules cada vez más oscuros.
Estaba anocheciendo y con la llegada de la noche, llegaría su amado Eros.
Psique sintió una corriente de viento que le erizó la piel de sus brazos, pero más por que por esa reacción fue por la anticipación.
Eros… Su amado Eros… Jamás lo había visto. Jamás había visto su cara. En la noche llegaba a ella tapado con una capa. ¿Por qué? ¿Acaso tenía algo que esconder? ¿Era deforme?
Muchas preguntas asaltaban la mente de Psique y la curiosidad la carcomía. Pero lo amaba, más allá de cualquier cosa lo amaba. Sintió vergüenza al confesarles a sus hermanas que jamás lo había visto, y ellas la convencieron de iluminar su cara cuando, luego de yacer con ella, durmiera tranquilamente.
Eros aún no llegaba, pero eso le dio tiempo para pensar, para imaginar… Cuando estaba con ella, las palabras de su amado eran dulces, llenas de sentimiento, apasionadas y ardorosas. Un hombre con tales formas de expresarse, con tal delicadeza, con tal pasión hacía su mujer tenía que ser bello. Imaginó a un hombre joven de rasgos perfectos, armoniosos, esbeltos y delicados. Los suspiros escapaban de sus labios al imaginarse esa belleza en Eros. Tanto se dejó llevar por su mente que asimiló que definitivamente era hermoso y lo añoró como jamás lo había hecho. Quería amarlo, besarlo y abrazarlo pero sobre todas las cosas, verlo.
Entre sus cavilaciones, la noche y la oscuridad se habían instalado en el cielo y sólo la luz de Selene, la luna, iluminaba con su luz blanca las columnas y paredes del palacio.

Eros se escondió tras una columna al encontrar a su adorada Psique sentada en el suelo, fuera del palacio. No quiso llamar su atención porque al verla ahí, quieta, tranquila y con la luz de la luna brillando en sus hermosos rasgos, su pecho se inundó de un amor y un deseo insostenibles. Quería contemplarla, quería admirar su belleza por toda la eternidad… Pero un sentimiento de culpa lo asaltó: ella no lo había visto, no conocía a su marido. Comprendió que quizás debía de tener curiosidad por verlo pero se convenció de que esa condición era por el bien de los dos. Afrodita no podía saber que Psique era su mujer, quién sabe las atrocidades que podría causarles a el y a ella… Los dioses eran egoístas y crueles con los hombres. Tomaban a las mujeres y las tiraban luego, cuando ya no eran de su agrado o diversión.
El nunca dejaría a su Psique, pero si era egoísta: la había raptado, la había arrancado de su familia, la dejaba sola durante el día...
Decidió olvidarse de esos asuntos por el momento. Sólo quería estar con Psique. La añoraba tanto durante el día, que pensaba que iba a morir de pena. Rozaba al masoquismo, la imaginaba junto a el, la imaginaba durmiendo con su cascada de pelo color fuego mezclada con las sábanas, pensaba en el marfil de su piel a la luz de las velas y en el sonido que emitía su respiración. Pero también pensaba en otro tipo de imágenes de Psique… Imágenes que quería vivir con ella esa noche.

Sin que ella se diera cuenta de su presencia, se acerco y acarició sus hombros por detrás.
Psique ni se inmutó. Eros había vuelto.
Dejándose llevar pro sus caricias susurró su nombre.
“Eros…”
“Psique…” respondió, también en un susurro.
Psique miraba las manos de Eros mientras las acariciaba. Eran delicadas y suaves. Definitivamente era un hombre bello.
Eros se arrodilló mientras acariciaba a Psique y la abrazó.
“Te amo Psique” dijo mientras dejaba un rastro de besos desde su oreja hasta su hombro.
“Te amo Eros”
Eros, envuelto en una capa que le impedía a Psique verlo, la condujo hasta sus dormitorios donde se dedicaron a amarse y a idolatrarse.
A pesar de su curiosidad, Psique comprendió que no le importaba si su marido era deforme o si era hermoso. Su amor era más importante que eso. No necesitaba saber si tenía la cara quemada cuando lo tenía entre sus brazos, no necesitaba saber si tenía cicatrices cuando jadeaba su nombre, no necesitaba saber si tenía verrugas, manchas u otro tipo de imperfección cuando le decía “te amo Psique”. Nada de eso importaba…
Las sensaciones y las pasiones que Eros le hacía sentir la convertían en la mujer más feliz del mundo y más feliz se sentía porque su amor por el era correspondido.

Una reconfortante y cálida paz llenaba el cuerpo de Psique. Cuanta satisfacción saboreaba al estar enamorada y radiantemente feliz.
Pensativa, giró su cara hasta la de Eros, que estaba abrazado a ella. Sentía su respiración en su pecho y su tranquilidad contagiosa. Besó su frente y palpó sus mejillas. Su curiosidad revivió y le susurró a Psique que esa era una buena oportunidad para descubrir a su marido, para ver por fin, las facciones de su amado Eros.
Con mucho cuidado, se desprendió de su abrazo y alcanzó una lámpara de aceite. Al acercarla a la cara de su marido, su aliento la abandonó.
¡Eros era hermosísimo! Atractivo hasta lo incansable, tan bello que quitaba el aliento. Su piel era clara y suave, sin un rastro de vejez. Sus cejas eran oscuras y enmarcaban unas pestañas oscuras que casi acariciaban sus mejillas. Tenía rasgos formados, firmes pero a su vez delicados. Tal era su belleza arrebatadora que Psique se preguntó si era un dios del Olimpo.
Quien sabe cuanto tiempo contemplo Psique el rostro perfecto de Eros, pero en ese tiempo, el amor que sentía por el, no hizo más que crecer. Su belleza era un estimulante para su pasión y su afecto y comprendió que jamás dejaría de amarlo.
“Oh Eros…” susurró.
No lo despertó, pero, desafortunadamente, una gota de aceite hirviendo que cayó sobre el, se ocupó de hacerlo…

5 comentarios:

Jenn dijo...

me encanta tu blog, es simplemente genial!*
me gustaria q te pasaras x el mio ;)
http://www.fer-jenn.blogspot.com/

Melanie dijo...

Lindo blog (:
me encantan los caracoles de la plantilla que usas (L)
saludos!

Jenn dijo...

simplemente me paso para desearte un gran 2010!*
y espera q este año tengas nuevos sueños, anhelos e ilusiones q cumplir!*
gracias x todo y feliz 2010

Jenn dijo...

premios en mi blog!*

Jenn dijo...

todo arreglado, premios en mi blog! bss!