viernes, 22 de agosto de 2008

Angustia

Hay Amores - Shakira

... Es cuando sus ojos profundos invaden mi alma. En mi estomago se generan esos curiosos cosquilleos que llegan hasta mi garganta y me ahogan. Me inunda un océano de felicidad. Mis labios, mis piernas y mis brazos se tensan y se contienen de no correr, abrazar y besar cada parte de su anatomía que esté al alcance.
¿Qué será de mi vida cuando te vallas?
¿Por qué te quieres ir a un lugar al que yo no te puedo seguir?
¿Qué garantía me dejarás de que te volveré a ver?
¿Qué garantía me darás de que seguiré viviendo cuando te alejes de mí?
¿Por qué, si ya haces mi vida desdichada al ignorarme, quieres destruirla por completo al abandonarme en este pedazo de tierra?
Cuando te escucho muero de alegría, cuando te miro, lloro de amor, y ahora no podré ni verte ni oírte, simplemente me quieres quitar las unicas cosas que poseo de ti, las cosas que puedo sentir con dicha. Luego me quedaré con recuerdos; recuerdos que con amargura notaré y pensaré en mi felicidad perdida y en mi desgracia recuperada. Cuando te alejes de mí, los hilos entrelazados de nuestras vidas se separarán al final y cada uno irá por su lado: seremos conocidos, tú me verás como una chica que solía ser tu amiga (si es que alguna vez llegaras a recordarme) y yo te veré como el amigo de mi adolescencia y mi primer amor, uno verdadero, que no se fijó en la estética y como una flor: tardó su tiempo en florecer. Después serás una anécdota, la cual saldrá a la luz cuando mis hijas sufran de mal de amores y yo quiera confortarlas con mi experiencia. Y cuando sea muy adulta, y los años me hayan otorgado cabellos de plata, te olvidaré: el peor y el más triste de los finales. Peor que la muerte misma es olvidar y yo no quiero eso. No te quiero olvidar. Repito que no quiero eso…
Pero ahora me siento impotente, más que nunca. Sufro desesperada mordiéndome el labio, sentada, aguardando por tu dedición.
Admito que soy egoísta, no debería tener esta actitud, por que se trata de tu bien, lo más importante para mí pero aún así no puedo evitar querer que te quedes, cerca de mí, donde pueda cuidarte y adorarte. Llegué a la conclusión de que sería capaz de arrodillarme y suplicarte que te quedes. Pasaría por las peores torturas si eso hiciera que te quedes aquí. Es que no puedo concebir que te apartes de mi lado, me haría daño, muchísimo daño. No puedo, no puedo… No ahora, te necesito y cerca. No puedo aceptarlo… No puedo…

No hay comentarios: